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Benito lo volvió a hacer… El pasado 5 de enero, Bad Bunny nos sorprendió con el lanzamiento de su sexto álbum: DeBÍ TiRAR MáS FOToS, un homenaje a la cultura puertorriqueña y con el que sigue al éxito sin precedentes de sus álbumes anteriores — Nadie Sabe Lo Que Va a Pasar Mañana (2023), Un Verano Sin Ti (2022), y El Último Tour del Mundo (2020) — que se dispararon todos al No. 1 del Billboard 200, convirtiendo a Bad Bunny en el único artista latino en lograr este hito. Poco tiempo después de lanzar este álbum, Bad Bunny ocupa más de la mitad del top 10 global con DeBÍ TiRAR MáS FOToS. El cantante logró posicionar 6 canciones dentro de las diez canciones más escuchadas en el mundo, también debutó en Spotify con un poco más de 37 millones de reproducciones y es el primer disco latino en español que logra ser el número 1 en Brasil, además de colocar todas las canciones en el Top 50 global y recibir una calificación perfecta a su álbum por la Revista ‘Rolling Stone’.
Si bien en los últimos dos años, los fanáticos de Bad Bunny esperan con ansias cada diciembre con deseos de que el conejo malo saque un nuevo álbum, este año no fue la excepción. Sin embargo, a diferencia del lanzamiento de otros de sus álbumes, este ha despertado un gran afán gracias a la jugosa estrategia de marketing que Bad Bunny y su equipo han llevado a cabo para la promoción del mismo.
Estrategia a lo Bad Bunny: cuando las fotos cuentan historias
El nuevo álbum comenzó a revelarse con una gran estrategia de expectativa. Todo empezó el 5 de diciembre de 2024 cuando lanzó “El Club”, un sencillo acompañado de un videoclip que incluía las siglas DTmF y el año 2025. La intriga se intensificó semanas después, cuando el 26 de diciembre lanzó “Pitorro de Coco”, revelando finalmente el nombre del álbum que llegó con 17 canciones. Estrategia que disparó las redes sociales e hizo mantener a sus más fieles seguidores con grandes expectativas.
Durante esas semanas, Bad Bunny hizo una estrategia a parte de creativa, muy innovadora, pues “El Conejo Malo”, sorprendió a sus fans al utilizar Google Maps y Spotify para revelar gradualmente los títulos de las canciones de este álbum a través de coordenadas geográficas. Esta estrategia generó gran curiosidad entre sus seguidores y desató especulaciones sobre los nombres de los temas.
En el pre-save del álbum en Spotify, se compartían coordenadas que, al ser ingresadas en Google Maps y con la vista 360° de la calle, permitían descubrir títulos como «Voy a llevarte pa PR», «Bokete» y «Eoo». Nombres que, finalmente, formaron parte del álbum, aumentando la expectativa por su lanzamiento.
Storytelling y un homenaje a la cultura puertorriqueña
El álbum fue acompañado de grandes narrativas y es que en cada una de las canciones se cuenta una historia. DeBÍ TiRAR MáS FOToS es fiel a las raíces boricuas, pues cada una de las canciones es una representación de lo que es Puerto Rico. Su cultura, su gente, su comida y además; un grito de protesta a lo que se está viviendo por culpa de la gentrificación, un fenómeno que no sólo desplaza a las comunidades de bajos ingresos; también erosiona las raíces culturales que definen a un lugar. En este contexto, su frase “debí tomar más fotos” es mucho más que un lamento. Es una advertencia. Nuestra memoria puede fallar y las tradiciones, si no se preservan, pueden ser reemplazadas por una cultura globalizada que nos despoje de lo propio. Es un llamado a valorar cada momento, cada cosa que tenemos hoy, a no dejar que el progreso borre lo que define nuestra esencia.
Esto, acompañado de una escena en una cafetería que ya no se siente como antes, fría y desolada con tradiciones que ya no existen ni en las sombras. Esta escena, presentada en su cortometraje Debí Tirar Más Fotos, no es solo un viaje a la nostalgia; es una denuncia directa a la gentrificación que está desdibujando la identidad cultural de Puerto Rico.
Otro elemento que enamoró a todos, fue este tierno personaje llamado Concho. A través de redes sociales muchos han creado videos homenajeándolo y destacándolo como un símbolo de la narrativa del álbum. El sapo Concho que a primera vista parecía ser una aparición decorativa, muchos seguidores señalaron al anfibio como un símbolo de la resistencia cultural y ambiental ante los retos que enfrenta Puerto Rico. Pues el sapo concho se conoce como un animal en peligro de extinción debido al turismo masivo y la urbanización.
Alrededor del álbum Bad Bunny nos contó una tras otra, tras otra historia. Así lo hizo en las portadas de algunas de las canciones como y en el visualizer del álbum en Youtube con fragmentos de la historia de Puerto Rico, explorando el colonialismo y la resistencia puertorriqueña. Cada canción es un mosaico cuidadosamente elaborado, donde cada detalle cuenta para transmitir un mensaje. Desde la plena y los ritmos autóctonos de la cultura puertorriqueña, hasta los samples nostálgicos que rinden homenaje a grandes músicos boricuas como El Gran Combo, Wisin y Yandel, y Alexis y Fido. Todo esto se combina con instrumentación local y un sinfín de referencias culturales que no solo celebran la identidad boricua, sino que también lograron conectar emocionalmente con millones de personas en todo el mundo. Una representación vibrante de cómo una estrategia de marketing bien pensada puede entrelazarse con las emociones de su audiencia.
Ni hablar de las acciones de street marketing, con el uso de «guagüitas plataneras» (camionetas con frutas típicas de la región), que recorrieron ciudades de España, Puerto Rico y República Dominicana. Un verdadero grito a la pertenencia cultural.
Las marcas no se hicieron esperar y todas querían sumarse al éxito de DeBÍ TiRAR MáS FOToS. Y es que la portada del álbum protagonizada por dos sillas plásticas con un fondo de árbol de plátano, fue la excusa perfecta para que miles de usuarios en redes sociales empezaran a compartir versiones de la portada con sus propias adaptaciones creativas. Esto captó aún más la atención de diversas marcas como: Cerveza Presidente, Burger King, Mercado Libre o Durex que no tardaron en unirse a la conversación lanzando campañas inspiradas en las icónicas dos sillas de plástico. Una revolución absoluta a la industria musical y sobre todo, al mundo del marketing.
Por si fuera poco, Benito nos sorprendió con una icónica presentación en el metro de Nueva York junto a Jimmy Fallon cantando. Este evento ocurrió días después de que el cantante asumiera temporalmente el rol de presentador en un noticiero puertorriqueño donde habló de sus aportes a la cultura puertorriqueña.
La actuación, que rápidamente se volvió viral en redes sociales, mostró a Bad Bunny interpretando canciones de su nuevo álbum. Entre las piezas destacadas estuvo “Nuevayol”, una composición que rinde tributo tanto a Puerto Rico como a la ciudad de Nueva York.
Y lo que muchos estaban esperando que era el anuncio de su tour para promocionar su nuevo álbum, dejó sorprendidos a más de uno con “no me quiero ir de aquí” nombre que recibe la agenda de sus próximos conciertos, única y exclusivamente en Puerto Rico. Una estrategia que se cree que es pensada para que las personas conozcan el país y su cultura.
Sin duda alguna, “El Conejo Malo” es un rey de las estrategias de marketing, pues cada acción es pensada meticulosamente para conectar con las emociones de las personas. DeBÍ TiRAR MáS FOToS no solo es un álbum, sino un fenómeno que trasciende la música y se convierte en una declaración de identidad, resistencia y celebración de lo boricua. A través de su visión única, Bad Bunny ha logrado no solo cautivar a sus seguidores, sino también redefinir la forma en que los artistas interactúan con su público y la industria. Cada detalle, desde la estrategia visual hasta las acciones en redes sociales, ha dejado una huella imborrable en el mundo del entretenimiento y el marketing, demostrando que, más allá de ser un artista, Benito es un verdadero genio del branding.